Esta última vez nos dejaron una bolsa de esas de las amplias de rafia a rebosar de limones, y aún siguen ahí, en la cocina, porque no tenemos sitio material para colocarlos. Como tengo miedo de que se estropeen, voy a exprimirlos y congelar el zumo en cubitos para guardarlos y poder usarlo cuando queramos.
Metas del día:
- Exprimir tantos limones como sea posible para congelar.
Meta1: Superada. Me he dado cuenta de que el zumo de limón puro se congela de una forma más cómoda que el agua, no es tan duro y los cubitos se pueden almacenar en un tupper dentro del congelador sin que se peguen. Este va a ser un verano de mucha limonada y té frío :)
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